Una niña muy pequeña intenta recoger el agua que cae de la parte posterior de un camión cisterna encargado de llenar los depósitos de agua que tenemos en el campo de desplazados de Raydah, en el norte de Yemen, dentro de nuestro Proyecto Agua para Yemen.
La imagen nos encoge el corazón, porque no toca, porque está fuera de lugar, porque no es ahí donde debería estar una niña (ni en un campo de desplazados ni menos aún intentando retener en sus manitas algo de agua que sale de un camión).

Una imagen que nos golpea. Por injusta, por inhumana, por deprimente y dolorosa.

Un niña. No tendrá ni 4 años. Una niña. Pensemos en cualquier niña aquí. Ella es de Yemen, pero podría ser de Gaza, de Afghanistan, de Siria… Es de Yemen y a la mayoría le importa menos que nada.
PERO A NOSOTRAS NO.
Damos agua potable a más de 8000 personas en Yemen, un 75% niñas y niños. Ojalá un día no sea necesario. Ojalá un día no haya ningún niño ahí, esperando con un bidón en sus bracitos, que suele ser más grande que él o ella, para recoger el preciado líquido para su familia. Ojalá un día estén todos en la escuela con un brillante futuro por delante.
Mientras tanto ese día llega, o por si no llega nunca, nosotras seguiremos pidiéndoos que NOS AYUDÉIS A SEGUIR!!!
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