Durante casi 16 meses Yemen ha sufrido un ataque militar implacable por parte de Arabia Saudí y sus aliados de Occidente (EEUU, Gran Bretaña y Francia), y nos han dicho que todo es en nombre de la restauración «del gobierno legítimo», de la lucha contra el terrorismo, del fomento de la democracia y de la estabilidad política. Mientras las bombas caían del cielo, se nos ha dicho que Yemen ha sangrado para renacer mejor…
A medida que el pueblo ha muerto de hambre y miles de niños han muerto, se nos ha dicho que ésto era lo mejor para él…
Nos han tratado a todos como si fuésemos ciegos, estúpidos, ignorantes… Pero algunos no lo somos…
La mayoría de los yemeníes – salvo aquellos cuyos bolsillos están alineados con los intereses inmediatos de Riad (Arabia Saudí), no han contado en absoluto en esta manipulación política. Los yemeníes no son estúpidos -a pesar de su falta de sofisticación occidental-, los yemeníes son muy conscientes de los juegos geopolíticos que se están jugando a su alrededor. No sólo son conscientes, si no que saben que están siendo empujados hacia la involución, hacia atrás..
No me gusta tener que decirlo, pero Yemen no es una película del viejo oeste … Yemen no está esperando que el «hombre blanco», «hijo pródigo occidental» venga a salvarlo de sí mismo. Yemen no necesita patrocinio extranjero o influencia extranjera. Yemen es perfectamente capaz de encontrar su camino! Yemen realmente encontró su camino, y por eso exactamente Riad atacó a la empobrecida nación, para no perder sus privilegios sobre ese país.
Pero no importa … Yemen va a encontrar su camino de regreso; reclamará su derecho al autogobierno político y su derecho territorial soberano. Los yemenitas van a empujar y empujar hasta que Yemen sea libre una vez más.
La prensa ha fracasado en su información honesta y verdadera sobre Yemen. Si los medios de comunicación hubiesen hecho su trabajo y hablado y escrito las verdades a sus lectores, su comprensión de la guerra de Yemen sería muy diferente a la que es. Tan diferente, me atrevo a asegurar, que habría muchisimos más apoyos y seguidores de los combatientes por la libertad de Yemen, que han creado unidad donde antes había desunión.
Para un país como Yemen, donde los desacuerdos son un deporte nacional, lograr el pluralismo político preservando al mismo tiempo la cohesión, es una hazaña maravillosa. No muchas facciones tribales pueden afirmar que han resistido la ira de varias potencias militares por más de un año, mientras luchan contra un bloqueo humanitario devastador.
Catherine Shakdam, Instituto Shafaqna de Estudios de Oriente Medio.