Cuando el día 15 de marzo, las escuelas en Yemen se cerraron por el covid19, se nos encogió el corazón y se nos planteó un terrible problema: si las niñas y niños no tenían alimentos, eran mucho más vulnerables al matrimonio infantil o a pedir de nuevo por las calles y allí, ser secuestrados por la milicias como niños soldado.

No podíamos llevar el desayuno casa por casa a 1200 niños y niñas, era absolutamente imposible logísticamente, y tampoco podíamos hacer que familias de las niñas y niños viniesen a la escuela a buscar cada día el desayuno, porque repartir en la puerta de una escuela, hubiese llamada la atención y Faten hubiese tenido muchos problemas.

Finalmente ella propuso distribuir alimentos a las familias de las niñas y niños, trabajando con las directoras de las 2 escuelas, para seleccionar en primer lugar, a las más necesitadas o a aquellas en las que las niñas y niños corriesen más peligro de ser casadas o de ser mandados a pedir por las calles.

Durante todo este tiempo hasta hace 3 días, en los que Faten por fin terminó el reparto a 550 familias (casi 3000 personas en 6 semanas!), ella ha ido repartiendo en secreto, a escondidas, buscando casas con muros para nos ser vista, o haciéndolo en un horario muy temprano, aprovechando que al ser Ramadan, la mayoría de las personas dormían a esas horas. Y entre todos los repartos, hizo lo prometido: repartir a las familias de las 2 escuelas.

En breve os mostraremos el álbum entero, pero os mostramos un par de fotos que nos han emocionado mucho, porque en una vemos a niñas y niños cuya historia os hemos contado hace unos meses:

1- «Desde una silla desvencijada y rodeado de paredes medio destruidas, nos explica que él (tiene 10 años) y su hermano trabajaban en un lugar con petróleo, y que un día (debía tener algo de hollín o petróleo en la cara y cuello), otro niño hizo un fuego y amenazó con tirárselo, diciéndole que en Taiz (una ciudad del suroeste del país), quemaban a la gente.
Él le dijo que no, claro que no! no quiero que me quemes, pero el niño le lanzó algo ardiendo y le quemó cara y cuello.

Tras una larga recuperación empezó a trabajar por las mañanas ayudando a su padre (se levanta a las 6), para que él pueda lograr el dinero para mantener a la familia y también para que pueda pagarle la operación que le arreglaría la cara (seguramente, esto ahora mismo en Yemen no sea posible…)

Desde que hemos instaurado 2 turnos en la escuela, puede venir al colegio al terminar de trabajar.»

2- Las otras fotos son de nuestra niña risueña. Ella estudia en la escuela 1, y siempre sonríe. Es maravilloso que en un país en guerra una niña sonría.
Es la misma niña que mira a Faten con total adoración, la que si hacemos una foto especial, siempre aparece en algún ángulo, haciendo un corazón con las manos, la misma que escribe en la pizarra «muchas gracias señorita Faten» cuando sabe que ella va a ir, la misma que graba un video pidiéndole que vaya a la escuela porque se acercan os exámenes….

Aquí les podéis ver, en la escuela y con su familia, RECIBIENDO ALIMENTOS Y PRODUCTOS DE HIGIENE en estos momentos tan complicados.

Son nuestros niños y niñas!! No les vamos a abandonar! Si no podemos dar el desayuno diario, les llevaremos alimentos para que aguanten hasta que puedan regresar al cole!!

Seguimos sin pausa, ¿nos ayudas? En estos momentos, más que nunca, cualquier donación es ORO en un país devastado por la guerra y asolado por el covid19

https://solidariosinfronteras.org/donacion

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