Seguimos ayudando a las familias en Yemen a tener un poco de esperanza, a tener una oportunidad, especialmente a mujeres con niñ@s que han tenido que huir de sus hogares y malviven donde pueden.
Cuando una situación es injusta, tienes dos caminos: rebelarte y hacer algo por mejorarla (aunque sea algo muy pequeño), o no hacer nada y ser parte del problema.
En Solidarios sin Fronteras lo hemos tenido claro desde hace más de 5 años: no podemos salvar a los 30 millones de yemenitas, pero podemos HACER ALGO por muchos de ellos, así que NO VAMOS A DETENERNOS!!
Aquí tenemos un plato caliente en la mesa cada día, nos parece lo «normal» en un mundo que tiene comida para tod@s…
Pero no, no es lo «normal» para demasiados millones de personas…
El aumento constante de los precios de los alimentos en Yemen y el bloqueo al que está sometido el país, impiden que entre ayuda. Pero también hace que quienes manejan los hilos (EEUU, Arabia Saudí, Gran Bretaña, Francia, Emiratos Árabes), decidan cuándo y cómo introducen productos en el país y a qué precio. Este precio es impagable para los yemenitas que dependen de ayudas externas que no reciben.
Cada caja de comida que entregamos se convierte en una sonrisa agradecida de una madre que ve como durante unas semanas sus hij@s podrán comer. A la vez, ella podrá buscar algo para llevar dinero al hogar. Cada mirada agradecida de un niño o cada vez que Faten nos cuenta cómo la tratan nos da más y más fuerza.
Si no hubiésemos tenido la suerte de nacer en occidente… si el destino nos hubiese llevado a nacer allí… Somos el mundo privilegiado, así que HAGAMOS ALGO, NO SOLO MIREMOS O PONGAMOS UN ME GUSTA. Hagamos algo, porque cada pequeño gesto es más que cualquier buena intención.
¿Nos ayudas a seguir?
