Dijo Eduardo Galeano: “Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos”
Y lo que hacemos desde Solidarios Sin Fronteras es tratar de cambiar el hecho de que una parte del mundo tengamos todos los privilegios, y la otra, toda la mierda. Así, sin tapujos, sin usar eufemismos.
La mierda, porque si alguien considera que vivir en Yemen en mitad de la guerra, no es horrible, entonces no sabemos lo que es. Huir de los bombardeos, pasar hambre, morir de cólera, de covid, de difteria, de dengue, de desnutrición, poder ser secuestrado para llevarte a hacer la guerra cuando apenas eres un niño, poder ser violada, vendida, casada cuando apenas eres una niña, no tener escuela porque una bomba la hizo saltar en pedazos, perder a tus padres, tus amigos, tu familia, vivir en un campo de desplazados bajo una manta donde apretujarse para tener algo de calor, no disponer de electricidad, ni de letrinas, ni mucho menos de un techo bajo el que cobijarte que no sean unas lonas y unos plásticos…
Os mostramos aquí una vez más otro de los repartos de alimentación y productos de higiene para las familias de Yemen.
¿Qué hemos hecho para merecer esto? Se preguntan estas madres desesperadas, ¿qué hemos hecho para que maten a nuestros hijos, para no poder dormir en paz, para vivir siempre en el miedo, en el terror?
¿Qué hemos hecho para que al mundo no le importe en absoluto lo que nos pase?
No tenemos respuestas para ellas, pero sí podemos prometer que no vamos a dejarles solos.
Es estresante y produce angustia no llegar a más, no proteger a más, no ayudar a más… Porque la realidad es que aunque hay “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas para ayudarnos a ayudar”, a la mayoría, lo que suceda en Yemen se la trae al pairo.
Pero a nosotras no. Y a quiénes leéis esto y nos apoyáis, tampoco. Por tanto, seguimos y seguiremos. No hay otra, no hay opción, no hay más. Si estáis a nuestro lado, nada nos para! Porque SOMOS LO QUE HACEMOS.
Mientras nos necesiten, nos seguiremos dejando la piel, porque cuando abres los ojos y MIRAS la realidad, ya nunca más puedes cerrarlos.
Ayúdanos a seguir, cada pequeño grano de arena, es una montaña de solidaridad.
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