Si aquí la pandemia ha hecho estragos ¿Os imagináis en Yemen donde la emergencia ya era la mayor del mundo?
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¿Sabéis que % de mascarillas ha habido en Yemen durante toda la pandemia? Un 1% aproximadamente han podido usarla, y en muchas ocasiones gracias a tener contactos con personas occidentales. Da mucha tristeza y mucho que pensar.Faten y Alí lograron mascarillas gracias a una amiga de Médicos sin Fronteras, casi al inicio de la pandemia, cuando aquí, desesperadas, pedíamos a Faten que se quedara en casa y ella respondía: “No puedo, nos necesitan”.
No tenemos muy claro si la pandemia nos hará mejores personas, tenemos dudas ciertamente… Quizá sea todo lo contrario y se agudice lo de “primero yo o primero los de casa”. Pero os aseguramos que para las personas de SSF que estamos aquí, Faten nos ha ido dando lecciones casi a diario, sin ella saberlo, sin hacer mucho ruido, como ella hace las cosas.Ella que es de las que aún conserva su trabajo en Yemen, que tiene una familia que dispone de un depósito de agua en el techo de casa, que tiene un coche y puede pagar la gasolina, que tienen comida en casa y medicinas si las necesita, ELLA, no lo dudó ni un segundo: salió (y sigue saliendo) a distribuir comida, a llevar la leche y pañales a los trillizos, a las escuelas cuando hace falta… Y nunca se queja. Y SE JUEGA LA VIDA, y su madre no respira hasta que la tiene de nuevo en casa.La mujer más increíble que nunca hemos conocido. El ancla en el mar, nuestro faro en el horizonte, la brújula que te dirige, el reloj que te marca el tiempo. La BONDAD hecha persona.Nunca nos hemos planteado bajar el ritmo de lo que hacemos, pero os podemos asegurar que solo por ella, esa opción ya sería impensable. JAMÁS NADIE NOS HA ENSEÑADO TANTO.Infatigable al desaliento, cada mes reparte alimentos, asegura el agua para miles de personas, enseña higiene a las niñas y niños… Mueve montañas. En mitad de una guerra ella va, y mueve montañas.
Por todo ello seguimos buscando fondos, enviando dinero y repartiendo alimentación y productos de higiene a las familias que lo han perdido todo, a las familias que no tienen nada…
¿Cómo no vamos nosotras aquí, a luchar contra dragones si hace falta, para lograr apoyos?
Eso y más, y sin olvidar ni un instante aquello de persistir, insistir, resistir y nunca desistir.
Porqué si desistiésemos, se perderían vidas. Si desistiésemos, le fallaríamos a ELLA.
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