Nacer en mitad de una guerra… y no conocer nada más.
Todos estos bebés han nacido ya en un país en guerra.
Yemen lleva 6 años de bombardeos, ataques, matanzas, olvido, más matanzas, más bombas, más ataques… Y ellos han nacido en mitad de ese horror y muy probablemente, no conocerán nada más. Eso si tienen la ENORME SUERTE de sobrevivir a los 5 primeros años de vida, puesto que Yemen tiene una de las mortalidades infantiles más altas del planeta.
¿Imagináis en Occidente bebés en estas circunstancias? ¿Imagináis niños tan pequeños viviendo en casas semibombardeadas, abandonadas, con uralita en puertas y techos, sin luz, sin ventanas, sin agua…?
Nuestro mundo de privilegios, de consumismo, de comodidades, se ha empecinado en no mirar lo que sucede en tantos lugares que nuestros gobiernos ningunean, tapan, silencian. Y lo han logrado.
Somos 4 las personas que miramos lo que está pasando en Yemen. Nos dais esa fuerza y ese empuje, pero nos desespera llegar tan solo a una ínfima parte de la población. Somos 4 en un mundo de millones… Nos da una profunda impotencia no poder alzar más la voz, no poder salir en tropel a las calles, no tener ni la estructura ni la capacidad para llegar a los gobiernos…
El mundo privilegiado no mira ni actúa porque nos negamos a aceptar que lo que pasa en Yemen o en Siria, o en Palestina o Afganistán por citar algunos lugares, un día podría pasar aquí, podría pasarnos a nosotros. Negar esa realidad nos hace creer que podemos mantenerla a raya, lejos de nuestras vidas, lejos de nuestro bienestar.
Pero podría pasarnos, claro que podría. Y de verdad que si un día nos pasa, a nosotras nos gustaría tener un Solidarios sin Fronteras cerca, que nos hiciera sentir que no estamos solas.
Nosotras creamos la ONG, pensamos los proyectos, organizamos cómo trabajar. Pero sin cada una de las personas que formáis ese grupo de “los 4 que miramos”, jamás hubiésemos llegado donde estamos. Y por supuesto, ni nos podríamos plantear seguir y seguir.
Nacer en mitad de una guerra y no conocer nada más debe ser terrible.
GRACIAS SIEMPRE!