Distribuir alimentos en Yemen se ha convertido, hoy más que nunca, en un acto realmente heroico. Faten se juega la vida en cada reparto, pero a la par, aumenta en ella esa fuerza interior y esa convicción de estar haciendo lo que es justo.
Aunque la mayoría del mundo lo ignora (o lo quiere ignorar), la guerra en Yemen continúa, y a pesar de la tregua en los bombardeos de estos 4 últimos meses, la situación humanitaria no deja de empeorar. Son casi 8 años de guerra, penurias, bloqueo, olvido… Como dice el refrán “a perro flaco, todo son pulgas”.
El país de desangra lentamente: no hay oportunidades, no hay futuro, no hay salida.Mientras en Occidente nos desesperamos por la subida del agua, el gas, la gasolina (todo ello terrible porque muchas familias lo están pasando muy mal mientras esto enriquece a los de siempre), en países como Yemen ya apenas tienen fuerza ni para quejarse. Sus necesidades son tantas, que no saben por dónde empezar el lamento.
¡Es que NO PUEDEN COMER NADA!.
El cereal es la base de muchos países, especialmente los árabes, y el grado de afectación sobre ellos por lo que sucede en Ucrania, es aún más brutal que sobre los países europeos.
Yemen, Sudán del Sur, Afganistán, Libia, Etiopía y Somalia se encuentran en la base de la pirámide: son los más afectados, pero, también, los más olvidados. De todos los barcos que han zarpado de las costas ucranianas cargados de cereal, solo unos pocos se han destinado a alguno de estos países (y no os penséis que se enviaron desde el primer momento, no! Hubo protestas de muchas organizaciones y eso hizo que algunos barcos tuviesen esos países como destino del cereal que transportan). Porque la idea inicial fue que el cereal iba para la vieja Europa: Alemania, España, Francia, Italia, Reino unido…. Es decir, la comida para los países desarrollados. Los pobres y miserables… que se mueran de hambre!
Estas imágenes que veis nos implican cada mes mayor gasto económico. Estamos realmente asustadas y preocupadas: este mes el aumento ha sido de los plátanos y de los huevos. El pasado se incrementó el cereal, el arroz… El grave problema es que somos una ONG MUY PEQUEÑA, y aunque nuestros socios y donantes sois LO MÄS FIEL DEL MUNDO, necesitamos ser más y más para hacerle frente a la subida de todos los precios.
Un 65% ha aumentado el precio de los productos de alimentación en Yemen. Y son ya meses y meses sin apenas gasolina y sin apenas gas (las familias siguen cocinando quemando plásticos de la calle).
Alguien debería pagar en algún momento por tanta ignominia, por tanto negocio del hambre, por tantas armas vendidas para llenar las arcas de tantos y tantos gobiernos. Alguien debería mirar a la cara a las y los yemenitas y entonar un mea culpa.
Mientras, esta pequeña ONG seguirá dejándose la piel para salvar miles de vidas. Por favor, ayudadnos a hacerlo, porque están realmente solos y abandonados del mundo.
¿NOS AYUDAS A SEGUIR?