Muchas veces quienes nos conocen nos habrán oído decir que nos gustaría dar conferencias y charlas frente a público de VOX, del PP, o de partidos que no se caracterizan especialmente por su solidaridad hacia gente de otros países, de otras culturas, de otras religiones…
Cuando hablamos o difundimos nuestra causa en grupos de personas afines, es relativamente fácil lograr la empatía de quién te escucha. Están sensibilizados, son de «los nuestros», pero lo difícil es lograr esa empatía entre público que para nada suele ser afín a tu causa.
Por todo ello, estamos ABSOLUTAMENTE AGRADECIDAS a Clara Rodríguez, la periodista freelance que trabaja, entre otros medios, para el ABC, por su tesón y empeño en difundir nuestro trabajo y lo que pasa en Yemen. Muchas gracias Clara por no desfallecer.
Los y las lectoras del ABC no son en principio personas que nos siguen, pero ojalá este artículo sea la semilla para pensar un poco diferente y para reflexionar sobre lo que sucede en Yemen y nuestra responsabilidad en la masacre.
Hace 8 años que trabajamos incansablemente en Yemen. Jamás podríamos haber imaginado que nuestro trabajo sería contraportada de un medio como el ABC. Así que fantástico, poquito a poquito, sin pausa!!!!
——————-
ARTÍCULO
La presidenta de Solidarios Sin Fronteras, Eva Erill, habla de los proyectos que desarrollan a pesar del bloqueo que impide enviar suministros al país y recuerda que en esta guerra «un niño muere cada nueve minutos»
CLARA RODRÍGUEZ MIGUÉLEZ
Solidarios Sin Fronteras nació gracias a un cumpleaños en una terraza. Era 2012 y Eva –psicóloga social y amante de los viajes– visitaba Yemen. Había subido a aquella azotea para escuchar el rezo, y coincidió con un grupo de celebración; Faten se presentó al ofrecerle un trozo de tarta. Tres años más tarde, cuando estalló el conflicto que arrasa este país al sur de la península Arábiga, la yemenita preguntó a su amiga si podían hacer algo por su país. En cuanto Eva dijo que sí, al otro lado del teléfono, enrolaron a Noelia y la pequeña organización echó a andar. Desde entonces, Eva Erill compagina su trabajo en la Diputación con la dirección de este proyecto compartido: la única ONG de creación española que opera en Yemen, y con trabajo totalmente voluntario.

»Las cifras son tremendas; un niño muere cada nueve minutos», ejemplifica la cooperante. Van siete años atravesados por una compleja guerra, y los efectos escuecen tanto en lo local como en lo internacional. Hambre, cólera, o un bloqueo infranqueable para personas y ayuda humanitaria.

Tenemos el hándicap de que no podemos enviar nada ni por tierra, ni por mar ni por aire», explica Eva. Así que Noèlia y ella captan fondos desde España y se los envían a Faten para comprar mantas o alimentos,o para distribuir agua en los depósitos que tienen en campos de desplazados.Las tres hablan todos los días, y se encargan de revisar precios y cuadrar números.
Su proyecto más ambicioso es el de los desayunos en tres colegios, con el que alimentan cada día a 1.590 niños. A ellas las protege del matrimonio infantil; a ellos, de ser reclutados por las milicias hutíes como niños soldado. De otra forma, «por ignorancia, inmediatez o incapacidad de mantenerlos» los padres acabarían por venderlos, por mandarles a mendigar o por casarlas si es que se trata de pequeñas, «para que abuse de ella sólo uno y no diez», en un contexto cargado de todos los tipos de violencia. «El compromiso de alimentarlos y protegerlos consigue que las familias hagan el esfuerzo de traerlos al colegio», asegura la catalana. «Es alucinante cómo cambian, en un mes florecen y se convierten en niños».
También despunta un proyecto de alimentación de bebés desnutridos; y antes completaron otro de reconstrucción en la isla de Socotra. Pero sus iniciativas peligran ahora, en parte, por ese otro conflicto «al que mira todo el mundo»: Ucrania. «Empezamos a estar un poco asustadas», confiesa Erill. «Las donaciones están muy paradas, las puntuales han caído en picado, y empresas o simpatizantes nos dicen que ahora ‘le toca’ a Ucrania. Pero nunca llega el turno de Yemen», denuncia ella, que refleja falta de atención crónica hacia un conflicto «internacionalizado» en el que dice no ver punto y final. «El problema es ser árabe, musulmán negro o pobre», reflexiona Eva, especialmente crítica con la venta de armamento y con que España – a la que pide reconversión industrial- participe de ella.
Porque además, en el segundo país del mundo con más armas por habitante, la falta de suministros de cereal o gas venidos de Ucrania y Rusia ha subido los precios más de un 60%, calcula, algo inasumible para la población. Pero para que se ayude a Yemen, según ella, el mayor obstáculo es el silencio. «Si las imágenes de la televisión mostraran a niños de aquí comiendo hojas y raíces hervidas, ¿habría indiferencia? Yo creo que no».
———————-
🔴Necesitamos socios/as mensuales para seguir!! ¿Te animas a apoyarnos?
Translate
Suscríbete a nuestro boletín de noticias

Suscríbete a nuestro boletín de noticias

Introduce tu correo electrónico para saber todo lo que hacemos en Yemen.

Consentimiento

Gracias por suscribirte. Pronto tendrás noticias nuestras.