EN PRIMERA PERSONA | «Sin previo aviso, los sonidos alegres de la celebración se vieron interrumpidos primero por el ensordecedor estruendo de los aviones, después por la trayectoria de un misil en el aire y finalmente por un ruido estremecedor. El cielo se tiñó de rojo. Cerré los ojos. El mundo se detuvo»
FUENTE: Ayman Mohamed Saleh Al Sanabani/ElDiaro.es/7-04-23