Seguimos con el reparto de packs de alimentos a las familias por Ramadán.
400 familias han sido las que en 2 semanas han recibido el pack de alimentos que véis en las fotos. 2 semanas de vértigo para Faten y Ali, que no han parado ni un segundo para llegar a todas estas personas, porque saben que en cada una de estas familias hay muchos niños y niñas que no tienen apenas comida.
En el pack de alimentos hay: 20 kilos de harina roja, 20 kilos de harina blanca (con los dos tipos se hacen panes diferentes), 10 kilos de arroz, 7 kilos de plátanos, 30 huevos, 15 kilos de patatas, varios paquetes de pasta, varias latas grandes de atún, quesitos, leche en polvo, azúcar, sal, aceite, latas de legumbres, pasta de tahín, té, zumo en polvo, dátiles, detergente, pastillas de jabón y lejía.
¿Imagináis no tener nada para sacar adelante a vuestros hijos y saber que un día más solo les podréis dar pan, quizá un bol de arroz y con mucha suerte, alguna verdura?
Y eso será todo un día sí y otro también. Y los niños y las niñas crecerán con falta de todo: de calcio, de vitaminas, de proteínas… Y aunque consigan sobrevivir, arrastrarán un déficit de desarrollo y crecimiento que difícilmente podrán compensar.
Gran parte de los alimentos que damos en el pack no los comen nunca. Huevos, un tesoro y desde la guerra en ucrania mucho más, porque el precio de ha multiplicado una barbaridad. legumbres, plátanos, atún…
Nos sentimos agradecidas por poder ayudarles y poder poner nuestro granito de arena en un horror tan grande como el que vive Yemen. Millones de personas en riesgo de inanición absoluta, la mayoría niños y niñas en un país joven, con una media de 19 años de edad.
Malditos gobiernos que obligan a ciudadanos como nosotras y como vosotros que nos apoyáis, a hacer cosas como estas por todo lo que ellos provocan.
Salvamos vidas y nos sentimos tremendamente agradecidas por ello, pero os aseguramos que nos gustaría no tener que hacerlo. Pero mientras existan personas que mueren de hambre, una ONG como la nuestra seguirá y seguirá, y demostraremos, como llevamos 8 años haciendo, que la ayuda humanitaria puede ser transparente, cercana, noble y solidaria. Y que nosotras ya hemos ganado sin haber ganado ni un céntimo con todo lo que hacemos. Hemos ganado, porque nos vamos a dormir sabiendo que hacemos lo que podemos.
Como dice la frase de nuestra cabecera de Facebook: “Sería una pena que pensando que puedes hacer poco, no hagas nada”. Cualquier poco salva vidas, no lo olvidéis.
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