«El mundo es un lugar más violento que a principios de este siglo y se espera que llegue a final de 2023 con al menos ocho grandes guerras, además de decenas de conflictos armados de menor intensidad.
Junto a la guerra entre Israel y Hamás (…) y la invasión rusa en Ucrania (…) en este momento se viven conflictos armados a gran escala en Burkina Faso, Somalia, Sudán, Yemen, Myanmar, Nigeria y Siria.»
(…)
El número de conflictos ha aumentado y el número de muertes relacionadas con combates ha aumentado en un 97% solo en 2022. (…)
Sin embargo, muchas de estas guerras y conflictos, pese a la muerte y destrucción que acarrean, no reciben mucha atención en todo el mundo. (…)
Entre los principales factores que determinan la visibilidad o no está el riesgo de que se propaguen y atraigan a otros países, incluidas grandes potencias con poderes nucleares (…)
Pero otros elementos, como las restricciones a la entrada de periodistas y de ONG, la falta por ello de videos, fotos y relatos circulando en redes y la proximidad geográfica y cultural con los países involucrados también desempeñan un papel importante.
La falta de visibilidad de guerras y conflictos puede afectar directamente a su desarrollo y repercutir en la presión internacional para que se produzca un alto el fuego, se abran corredores humanitarios o se permita envío de alimentos y medicamentos. (…)
Las partes en conflicto, incluidas las potencias externas, sienten que pueden actuar con impunidad cuando no están bajo los focos de los medios de comunicación, agravando el problema, porque la comunidad internacional ha señalado que ‘no le importa’ (…)»
La visibilidad es crucial para el envío de ayuda humanitaria a lugares en guerra o conflicto, porque si no hay movilización de la opinión internacional, no hay donaciones ni ayudas.
La guerra civil en Yemen, que según la ONU ya ha causado más de 300.000 muertes desde su inicio en 2014, es un ejemplo de GUERRA INVISIBLE.
Según la ONU, la mitad de las muertes en ese país fueron causadas directamente por el conflicto armado, mientras que la otra mitad ocurrió como consecuencia del hambre y las enfermedades provocadas por la crisis humanitaria a gran escala.
La violencia disminuyó en 2022 cuando se firmó un alto el fuego de seis meses, pero las negociaciones entre ambas partes se han detenido.
Una de las facetas más crueles es la muerte y mutilación de niños y la brutal emergencia humanitaria en la que se ha sumido el país
Pero son invisibles a los ojos de la comunidad internacional, y si Yemen no ha tenido su «minuto de gloria» en redes y medios en general en casi 9 años, YA NO LO TENDRÁ.
FUENTE: Ricardo Senra / Role,BBC News Brasil en Londres / 29-11-2023
IMAGEN: Creador: Khaled Abdullah | Contribució: REUTERS
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