Pues aunque la primera imagen especialmente es dura y estremecedora, ESTAMOS CONTENTAS, porque hoy el médico nos ha dicho que Qusay ya pesa 10 kilos con 250 gr y que «solo» le faltan 10 kilos más para empezar a tener un peso más «correcto».
Después de que lo ingresáramos 10 días en el hospital para alimentarlo con sonda nasogástrica y que ganase 800 gr en esos días, el regreso a casa fue complicado y las dos primeras semanas el niño perdió casi 300 gramos.
No hay que buscar culpas, esa madre es analfabeta y tiene a su cargo 3 hijos más en un país en guerra.
Pero las conversaciones con ella, el hecho de que el médico vaya dos veces por semana a la casa para el seguimiento y la decisión de comprar más fruta para los otros 3 hijos y que la madre no se viese ante la tesitura de repartirla entre los 4, están dando resultados.
Como véis, come con ganas y ver esas fotos es un enorme chute de energía para el equipo.
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