CONTRA LA DESNUTRICIÓN INFANTIL
¿POR QUÉ?

La mortalidad infantil en Yemen, especialmente la de los menores de 5 años, es de las mayores del mundo.
- Por cada 1000 nacidos vivos la tasa de mortalidad es del 43%, y el 55% muere antes de los 5 años.
- 1 de cada 5 niñ@s menor de 5 años sufre desnutrición grave (más de 2,2 millones de niños en total) y casi 500.000 enfrentan desnutrición aguda grave.
- Un 30% de los niños y niñas ya nacen con muy bajo peso. 1,3 millones de mujeres embarazadas o lactantes están desnutridas.
- La desnutrición conlleva que casi un tercio de los niñ@s de dos a cinco años tengan retraso cognitivo grave y retraso de desarrollo físico.
- En el año 2021 los casos de desnutrición aguda en menores de 5 años han aumentado un 16% y un 22% los casos de desnutrición aguda grave.
¿POR QUÉ?

La mortalidad infantil en Yemen, especialmente la de los menores de 5 años, es de las mayores del mundo.
- Por cada 1000 nacidos vivos la tasa de mortalidad es del 43%, y el 55% muere antes de los 5 años.
- 1 de cada 5 niñ@s menor de 5 años sufre desnutrición grave (más de 2,2 millones) y 500.000 presentan desnutrición aguda grave.
- Un 30% de los niños y niñas ya nacen con peso muy bajo. 1,3 millones de mujeres embarazadas o lactantes están desnutridas.
- La desnutrición conlleva que casi un tercio de los niñ@s de dos a cinco años tengan retraso cognitivo grave y retraso de desarrollo físico.
- En el año 2021 los casos de desnutrición aguda en menores de 5 años han aumentado un 16%, y un 22% los casos de desnutrición aguda grave.
Según el Organismo Mundial de la Salud (OMS), el tratamiento del niño con malnutrición grave se divide en tres fases:

El tratamiento y control ambulatorio (Fases 2 y 3) para la desnutrición grave consiste en añadir a los alimentos que ya puede consumir el niño, alimentación especial con sobres de alta proteína y energía:
- RUTF (Ready-to-Use Therapeutic Food). Alimento terapéutico listo para el uso, para la Fase 2.
- RUSF (Ready –to-use Suplementary Food). Suplemento alimenticio listo para el uso, para la fase 3.
Ambos los comercializa la empresa Plumpy’Nut, y los compra la ONU para distribuirlos a los hospitales y centros de salud como tratamiento ambulatorio que deben dar a las familias hasta la total recuperación del niño. Está prohibida su venta.
Pero lo que debería ser, no es siempre la realidad en Yemen, de hecho, normalmente no lo es, y en este caso, especialmente no lo es en las fases 2 y 3 de recuperación de la desnutrición.
La ONU, a través de UNICEF, su Organismo para la Infancia, es la responsable de distribuir los sobres de RUFT y de RUSF a los centros de salud, y una parte lo hace a través de organizaciones que a su vez, trabajan con contrapartes locales yemenitas, que a su vez trabajan con otras personas locales, que a su vez…etc etc etc. Con todo este proceso, y en un país tan corrupto como Yemen, la realidad es que gran cantidad de sobres de RUFT y de RUSF acaban a la venta en las pequeñas tiendas alrededor de los centros de salud o en el mercado negro. Un alimento terapéutico, que es esencial para salvar vidas y que distribuye la ONU y cuya venta está prohibida, acaba en pequeños comercios (a cambio de un porcentaje de la venta), o en manos de traficantes del mercado negro. Y las familias, que no tienen nada, se ven obligadas a comprarlos para que su hijo se recupere totalmente.
El negocio de la pobreza se llama esto.
• FASE 1: Tratamiento inicial: necesariamente con ingreso en hospital o clínica, suele durar entre 5 y 7 días. La fórmula habitual es el preparado de leche terapéutica F75.
• FASE 2: Rehabilitación: se administra alimentación intensiva para recuperar la mayor parte del peso perdido, y se usa especialmente el preparado de leche terapéutica F100 y, en mayores de 2 años, algunos alimentos sólidos. Puede durar hasta 3 semanas desde el ingreso, y en ocasiones puede completarse en casa con tratamiento ambulatorio.
• FASE 3: Seguimiento: después del alta hospitalaria, se establece el control ambulatorio para prevenir las recaídas y garantizar el desarrollo del niño.


• FASE 1: Tratamiento inicial: necesariamente con ingreso en hospital o clínica, suele durar entre 5 y 7 días. La fórmula habitual es el preparado de leche terapéutica F75.
• FASE 2: Rehabilitación: se administra alimentación intensiva para recuperar la mayor parte del peso perdido, y se usa especialmente el preparado de leche terapéutica F100 y, en mayores de 2 años, algunos alimentos sólidos. Puede durar hasta 3 semanas desde el ingreso, y en ocasiones puede completarse en casa con tratamiento ambulatorio.
• FASE 3: Seguimiento: después del alta hospitalaria, se establece el control ambulatorio para prevenir las recaídas y garantizar el desarrollo del niño.

El tratamiento y control ambulatorio (Fases 2 y 3) para la desnutrición grave consiste en añadir a los alimentos que ya puede consumir el niño, alimentación especial con sobres de alta proteína y energía:
- RUTF (Ready-to-Use Therapeutic Food). Alimento terapéutico listo para el uso, para la Fase 2.
- RUSF (Ready –to-use Suplementary Food). Suplemento alimenticio listo para el uso, para la fase 3.
Ambos los comercializa la empresa Plumpy’Nut, y los compra la ONU para distribuirlos a los hospitales y centros de salud como tratamiento ambulatorio que deben dar a las familias hasta la total recuperación del niño. Está prohibida su venta.

Pero lo que debería ser, no es siempre la realidad en Yemen, de hecho, normalmente no lo es, y en este caso, especialmente no lo es en las fases 2 y 3 de recuperación de la desnutrición.
La ONU, a través de UNICEF, su Organismo para la Infancia, es la responsable de distribuir los sobres de RUFT y de RUSF a los centros de salud, y una parte lo hace a través de organizaciones que a su vez, trabajan con contrapartes locales yemenitas, que a su vez trabajan con otras personas locales, que a su vez…etc etc etc. Con todo este proceso, y en un país tan corrupto como Yemen, la realidad es que gran cantidad de sobres de RUFT y de RUSF acaban a la venta en las pequeñas tiendas alrededor de los centros de salud o en el mercado negro. Un alimento terapéutico, que es esencial para salvar vidas y que distribuye la ONU y cuya venta está prohibida, acaba en pequeños comercios (a cambio de un porcentaje de la venta), o en manos de traficantes del mercado negro. Y las familias, que no tienen nada, se ven obligadas a comprarlos para que su hijo se recupere totalmente.
El negocio de la pobreza se llama esto.

¿QUÉ HACEMOS?
Sin tratamiento, la probabilidad de morir es altísima, pero acudir a un hospital no siempre es posible para las familias, que no tienen dinero para el desplazamiento.
En caso que logren llevar al niño o la niña, a las pocas semanas empiezan a recuperarse, pero por falta de dinero, en muchos casos se ven obligados a llevarse al niño a casa antes de que esté totalmente recuperado, por lo que a las pocas semanas vuelven a encontrarse en el mismo estado grave de desnutrición que cuando ingresaron en el hospital.
Esto se agrava porque hay muy pocos hospitales en funcionamiento en Yemen (el 50% no funcionan), el número de niñ@s que necesita hospitalización es muy elevado, y hay muy pocos medios, así que en ocasiones el hospital les da el alta antes de su total recuperación para continuar un tratamiento ambulatorio en casa.
Ambos casos son malas ideas en Yemen.

Si estos niños han llegado a una situación de desnutrición tan grave, cercana a la muerte, es porque sus familias no tienen nada para darles de comer y no disponen del dinero para desplazarse a los centros de salud que deben proporcionar esos tratamientos posthospitalarios, o directamente, no hay ningún centro de salud en su zona. MENOS AÚN disponen del dinero para comprar los sobres de RUFT y de RUST en las tiendas o en el mercado negro.
Desde Solidarios sin Fronteras nos hemos puesto en contacto con el Dr. Alá, médico pediatra experto en Desnutrición Infantil, que se encargará del seguimiento de cada uno de los casos. A parte de tomar medidas y peso semanalmente, también va a dar las instrucciones a cada familia en cuanto a la alimentación especial, los suplementos y los alimentos que se deben ir incorporando, y Alí los distribuirá semanalmente a las familias mientras dura la fase e recuperación y seguimiento (el tiempo dependerá de cada caso y de su evolución). De esta manera, las famílias no deben pagar por ellos ni verse obligadas a dejar el tratamiento del niño a la mitad.
¿CÓMO LO HACEMOS?
- Cada niño dispone de una pauta elaborada por el médico en el momento en el que sale del hospital, en el que consta el peso, medida del brazo y otros datos, así como la pauta de alimentación que debe seguir y los alimentos que debe ir incorporando.
- En la primera visita/reunión con la madre, se establecen las pautas del programa: Cada semana hasta el alta definitiva el doctor Aláa, se desplaza hasta las casas de los niños para ver su evolución de peso y crecimiento.
- También informamos a la madre que recibirán 1 de nuestros packs mensuales de alimentos para el resto de los miembros de la familia (para que los otros niños no enfermen igual, y para evitar que puedan comer los sobres terapéuticos que son de agradable sabor a cacahuete).
- Como el riesgo máximo de recaídas sucede poco después del alta hospitalaria, el médico visitará al niño junto con nuestro equipo la primera semana, a las 2 semanas, al mes, a los 3 meses y a los 6 meses, hasta el alta del programa.
NUESTROS CASOS
- AYSA, MOSA Y YOUSEF (TRILLIZOS)
- QUSAY
- QANASS Y ESSAM
- GAZA Y AMAL
¿CÓMO LO HACEMOS?
- Cada niño dispone de una pauta elaborada por el médico en el momento en el que sale del hospital, en el que consta el peso, medida del brazo y otros datos, así como la pauta de alimentación que debe seguir y los alimentos que debe ir incorporando.
- En la primera visita/reunión con la madre, se establecen las pautas del programa: Cada semana hasta el alta definitiva el doctor Aláa, se desplaza hasta las casas de los niños para ver su evolución de peso y crecimiento.
- También informamos a la madre que recibirán 1 de nuestros packs mensuales de alimentos para el resto de los miembros de la familia (para que los otros niños no enfermen igual, y para evitar que puedan comer los sobres terapéuticos que son de agradable sabor a cacahuete).
- Como el riesgo máximo de recaídas sucede poco después del alta hospitalaria, el médico visitará al niño junto con nuestro equipo la primera semana, a las 2 semanas, al mes, a los 3 meses y a los 6 meses, hasta el alta del programa.
NUESTROS CASOS
- AYSA, MOSA Y YOUSEF (TRILLIZOS)
- QUSAY
- QANAS Y ESSAM
- GAZA Y AMAL